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quedé sentado junto a la ventana, bebiendo cerveza en un pichel de piedra y
contemplando aquel paisaje curioso y anacrónico de campos labrados, el camino por el
que un caballo tiraba de un carruaje de ruedas de goma. los puntos blancos y rojos de
granjas desperdigadas por el valle. Todo ello inspiraba una sensación de paz y
abundancia que, como dijo antes Olivia, hacían aparecer mis distantes evocaciones de la
amenaza del Imperio como una historia casi olvidada y leída muchos años atrás... algo
parecido al libro que estaba sobre la mesa. Cogí el pesado volumen encuadernado en piel
roja y miré el título: «La maga de Oz», por Lyman F. Baum.
Es curioso dije.
Olivia vio el libro que tenía en mis manos y sonrió casi con timidez.
¿Le sorprende que una bruja lea esto? Es que a veces deseo fundir mis sueños con
esas fantasías, Brion Como le dije, no me llena este mundo pequeño...
No es eso, Olivia. Comprobamos antes que nuestra fecha de Historia Común es a
principios del sigilo XIX. Baum nació aproximadamente en el 1855... casi medio siglo, más
tarde. Pero aquí está su obra...
Abrí el libro, buscando el nombre del editor: Wiley & Cotton, Nueva York, Nueva
Orleáns y París... y la fecha de 1896.
¿Conocen este libro en su mundo extraño? preguntó Olivia.
Lo negué con un gesto.
En mi mundo él no escribió nunca este libro... estaba admirando la portada
realizada por W. W. Denslow que representaba una figura parecida a Glinda frente a un
grupo de gnomos. La página siguiente llevaba una adornada inicial, la «I», en la parte
superior precediendo las palabras: «... te emplacé aquí dijo Sorana, la Maga , para
decirte...»
Cuando yo era niña, éste era mi libro favorito dio Olivia . Pero, si no lo conocía,
¿cómo ha podido reconocer el nombre del autor?
Escribió otros libros. «El mago de Oz» fue el primero que leí en mi vida.
¿El mago de Oz? ¿No era la «maga? ¡Sería delicioso leerlo!
¿Es el único que escribió?
Sí, desgraciadamente. Murió al año siguiente, en 1897.
Mil ochocientos noventa y siete; esto podría significar... dejé de hablar. La bruma
que ofuscó mi mente por espacie de días enteros, desde que desperté aquí, disipaba
rápidamente aventada por una repentina revelación: Dzok y sus amigos me habían
trasladado, junto con falsos recuerdos que reemplazaron a los que trataron de extirparme,
a una línea de mundo lo más parecida posible a la mía propia. Fueron inteligentes y
humanos; pero mucho menos listos de lo que imaginaban, un tanto negligentes en sus
investigaciones... y demasiado humanos.
Recordaba el fotograma que me fue mostrado por los consejeros... y el punto brillante,
desconocido para los cartógrafos de la Red Imperial, que representaba un cuarto mundo
inexplorado en la zona de la Ruina. Creí en aquel entonces que se trataba de un error
como el otro, mayor aún. de omitir la línea Cero-Cero del Imperio.
Pero no hubo ningún error. B-I Cuatro existía: un mundo con una fecha de Historia
Común mucho más reciente que el siglo xv... la fecha de H. C. de las líneas más próximas
más allá de la Ruina.
Y yo me encontraba allí o aquí , en un mundo donde, en 1897, un hombre al
menas conocido en mi propio mundo había existido. Y si hubo uno, ¿por qué no otro... o
más? Maxoni y Cocini, inventores de la impulsión o vía M-C.
¿El que podría significar, Brion? la voz de Olivia me hizo volver al presente.
Nada, era una idea dejé el libro . Imagino que es natural que incluso cincuenta
años después de una divergencia importante, todo no quedara afectado. Algunas de las
mismas personas podían nacer...
Brion dijo Olivia mirándome desde el otro extremo de la habitación , no le pido
que confíe en mí, pero déjeme ayudarle.
Ayudarme, ¿en qué? procuré adoptar la expresión indiferente de momentos antes,
pero me daba cuenta de que mis facciones la dibujaban con rigidez, forzada.
El instinto me dice que ha trazado usted un plan. No conseguirá nada si lo lleva a
cabo solo. Esto es demasiado extraño para usted y hay muchas trampas traicioneras.
Si yo tuviera algún plan..., ¿por qué habría de querer ayudarme?
Por un momento me miró en silencia; sus ojos negros resaltaban en las facciones
clásicas y pálidas.
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